lunes, 3 de noviembre de 2014

Todos somos lo mismo

Esta semana nos hemos enterado, a pesar que que no se está hablando mucho de esto, de que la mayoría del personal no sanitario del nuevo hospital de Vigo tiene que escoger entre seguir con su trabajo habitual pasando a la nueva concesionaria o integrarse en otros hospitales de Vigo en categorías de su mismo grupo. Parece ser que la semana pasada estuvieron en huelga por eso.
Es decir, un cocinero pasará a ser administrativo, un pinche celador, etc. Ahora aclaran que formarán al personal para sus nuevas ocupaciones. ¡Qué menos!
Pero, aunque sé que todo esto sigue criterios económicos, no puedo dejar de pensar qué gestión de RRHH más desastrosa permite que una persona que sin duda sabe un montón de cocina, tenga que estar, a partir de ahora, llevando papeleos de contabilidad o de permisos.
Tantos cursitos de liderazgo, detectar talento, sacar lo mejor de nuestros trabajadores, para acabar con un rodillo.
Nunca nos extraña un sanitario en cualquier puesto, sea administrativo o sanitario. Pero los no sanitarios, ¿qué más da?. Todos son lo mismo más o menos. No nos dejemos contagiar por esa creencia. Dentro de los no sanitarios hay diferencias, y muchas.

viernes, 10 de octubre de 2014

Reacción a las crisis

Estos días nos están bombardeando con la noticia de la infección de una auxiliar de enfermería cuando atendía a un enfermo de ébola. Hay muchos puntos de vista: el político, el sanitario, el humano,... Todo está dicho ya en teles, radios, periodicos.

Lo único que quiero comentar es la reacción que ha tenido el sistema sanitario ante esta crisis que se ha presentado. Por ejemplo, con ese servicio de prevención de 8 a 15 horas y después arréglate tú; con ese camillero que avisa y no se toma ninguna medida; con esa falta total de confidencialidad,... Eso de la confidencialidad sí que me parece un total despropósito en este caso. Que el médico que le pidió el análisis se entere del resultado por los medios de comunicación es muy grave. ¿Qué recorrido tuvo que seguir esa información?. No paramos de hacer cursos sobre confidencialidad, intimidad y, en cuanto hay oportunidad, largamos como comadres. Penoso.

En fin, que los profesionales, sin olvidar en ningún momento a las autoridades responsables, en ocasiones también debemos de hacernos un autoexamen sobre cómo reaccionamos ante casos extraordinarios: ¿sabemos adaptarnos o seguimos rígidamente las normas?, ¿nos ponemos a escapar como locos o somos profesionales?, ¿mantenemos el derecho de intimidad del enfermo o en cuanto vemos un micrófono sacamos nuestro lado "star"?. Pensando en cómo sería esta reacción, creo que quizás no estaría de más alguna formación para personal no sanitario también en estos temas de emergencias, casos fuera de lo común, etc., antes de que se nos presenten un día por la puerta.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Funcionarios eficiente, ¿por qué no?

Tras un descanso estival muy provechoso, vuelve Sanidad para no sanitarios. Y una de las sorpresas agradables que me he encontrado a la vuelta ha sido la inclusión en Bibliosaúde de un apartado dedicado a Programas Administrativos.
Dentro de este apartado, aparece la página "funcionarios eficientes", que está desarrollada por empleados públicos gallegos y que "contiene comentarioa y consejos para usar eficazmente las herramientas ofimáticas, herramientas web, organización del tiempo,..."
Así que, cada vez que tengo un tiempo muerto, visito esta página e intento aprender algún truco. En mi caso me interesa la representación estadística pero hay temas muy interesantes sobre nuevas herramientas o presentación de informes.
A veces me parece que en la formación que nos ofrecen en la organización siguen con el Word y con el Excel, pero en la realidad, aunque eso sea nuestra base, se avanzó tanto que, como no aprendas por tu cuenta, te quedas totalmente obsoleto. Nuevos temas como: nuevos dispositivos, aplicación de las redes sociales en la salud, ... todavía no se contemplan en el plan de formación.
¿Y tú? ¿Estás dispuesto a no quedarte atrás?

viernes, 11 de julio de 2014

Burocracia, ¿hasta dónde llegar?

Una de las quejas continuas de los médicos, sobre todo de atención primaria, es que su trabajo diario está rodeado de burocracia. Papeleos variados: partes, informes médicos, etc. que se han simplificado mucho con la historia electrónica pero del que se siguen quejando.

Creo que en el fondo sueñan con una secretaria personal que les resuelva a cada uno de ellos esas tareas, como hacían antiguamente las enfermeras en las consultas. Pero como eso ya no puede ser, ¿hasta dónde debemos el personal no sanitario asumir?

¿Debemos colaborar con ellos, gestionando partes de confirmación, escribiendo informes, pasando llamadas o todas esas gestiones deben realizarlas por sí mismos y nosotros debemos centrarnos en atender a los pacientes?

En algunos centros de salud (y servicios de hospital) hay verdaderas guerras por este tema. Hay desde el personal que hacía las recetas cuando aún eran en papel hasta el que se niega a pasar una llamada. ¿Dónde está el límite?. Ah, y también está lo típico de colaborar con algunos y con otros no.

Lo ideal sería acordar una línea: tareas que se asumen, que sí se podrían encuadrar dentro de labores administrativas y desechar aquellas cuya responsabilidad sea exclusiva del médico. Y lo más importante: que todos los compañeros estén de acuerdo.
Y vosotros, ¿nunca habéis tenido problemas con esta cuestión?

lunes, 16 de junio de 2014

Investigación personal no sanitario

    Continuamente vemos a nuestro alrededor que el personal sanitario acude a congresos, presenta publicaciones, ponencias, etc. Prácticamente se les empuja a realizar estos trabajos, sobre todo al personal facultativo.
    Por contra, el personal no sanitario apenas tiene oportunidad ni motivación para llevar a cabo trabajos en este ámbito. Desde luego, hay distancia entre los temas que ellos tratan y los del personal no sanitario y ellos tienen también el apoyo de las empresas farmacéuticas.
    Pero, en cualquier caso, se trata en ocasiones de una falta de iniciativa por nuestra parte y también de una falta de motivación por la organización.
    En nuestra comunidad, en nuestro expediente, ni siquiera en los niveles más altos se valora la realización de alguna publicación o comunicación.
    Se puede pensar que no hay temas que interesen en estos campos, pero creo que todos los trabajadores no beneficiariamos de conocer experiencias de otros hospitales, centros de salud, gerencias... Podrían compartirse temas de motivación, gestión de recursos humanos, aplicación de nuevas herramientas, correcta movilización de pacientes,...
    Por eso, me alegra conocer casos como el de este congreso de administrativos de la salud, donde compartieron sus dudas y formas de enfrentarse al futuro de la profesión.
    ¿Y tú, alguna vez te planteaste hacer investigación en tu campo? ¿Tuvista facilidades?

jueves, 29 de mayo de 2014

¿Hacia la extinción?

Cuando leemos noticias como esta que explica cómo el Sergas duplica puestos de trabajo, mi confianza en el sistema cae una vez más. No sólo por la destrucción de empleo público, sino por la ineficiencia de estas decisiones que duplican el personal por un lado mientras se quedan escasos en otros servicios.
El personal no sanitario estamos en primera línea a la hora de privatizar (perdón, externalizar): no tenemos fuerza en el sistema, no estamos unidos,...
Poco a poco van vaciando de contenido nuestros puestos con contratos a empresas de informática, de catering,...¿Quizás al principio incluso lo hemos visto con buenos ojos? "Bueno, así yo me libro de ese trabajo y me dedico a mis cosas", "Buenos, si a mí me recolocan en otro sitio, ¿qué más da?"
Obvio todas las razones políticas y económicas que conllevan estas contrataciones. Sólo recordar una vez más que está pasando.

miércoles, 2 de abril de 2014

Confidencialidad

El pasado año el Sergas publicó y envió a sus trabajadores el documento "Intimidade e confidencialidade: obriga legal e compromiso ético", donde se recogían una serie de recomendaciones sobre este tema tan delicado en nuestro campo.
El estudio describe fielmente algunos casos que nos encontramos cada día: la información en ocasiones se transmite de forma poco adecuada (falta de tacto, órdenes de "viva voz"), en lugares inadecuados (ascensores, pasillos...) o a personas que no son titulares del derecho a informar (familiares y allegados).
El personal no sanitario nos encontramos continuamente con situaciones como estas: familiares que llaman para interesarse por algún paciente, colas en las que inevitablemente el de atrás se está enterando de lo que hablas con el de delante, cuando llamamos a un paciente para darle una cita y éste no está o no se entera, ¿se puede decir la cita a otra persona que coja el teléfono?..
El documento del Sergas marca algunas líneas:
- establecer espacios reservados para la recogida de datos y para informar a pacientes y autorizados. Sería ideal pero con la escasez de espacio que tenemos habitualmente, es difícil de conseguir.
- preguntar a los pacientes si desean que su presencia en el hospital se les comunique o no a las posibles visitas y a quien quiere que se le dé información sobre su proceso.
- evitar exposición de datos de identificación personal o de listas de pacientes en las puertas de las consultas.
Una vez más, creo que la organización debería tomar cartas en el asunto y que fuera parte integrante de su cultura asumir que la confidencialidad no sólo es un deber del profesional, sino sobre todo, un derecho del paciente. Sería necesaria una mayor formación y un protocolo con acciones más concretas para que los profesionales supieran cómo actuar en diferentes situaciones.
Y tú, ¿te paras a pensar en estas cosas en tu trabajo diario?

lunes, 17 de marzo de 2014

Personal administrativo en centros de salud II

Debido a mi ignorancia informática, parece que una entrada que tenía que haber hecho hace un mes, aún está sin publicar. Así que ahí va, es la siguiente a la de "Y ahora, ¿qué hacemos?"

Dicha entrada, hablando del personal no sanitario en centros de salud, quizás solo parezca una lista de razones para que desaparezca el personal administrativo de los centros.

Sin embargo, pienso lo contrario: que el apoyo administrativo del centro es fundamental. Son el primer contacto de los pacientes con el sistema, gestionan y organizan el funcionamiento del centro. La base a la que acuden tanto pacientes como personal para cualquier duda administrativa. Citan, gestionan tarjtas sanitarias, atienden teléfonos, facturan asistencias,...

Pero sus puestos están cambiándo y hay que reflexionar sobre ellos. Y ver qué se está haciendo en otros sitios. A través del famoso blog Salud con cosas, se pueden conocer casos como este o este otro. Quizás así se puedan tener nuevas ideas o valorar de otra forma su importancia.

Yo sé más que tú

En el post anterior hablaba de la dificultad de que la información generada en la parte alta del organigrama llegara a la primera fila, pero igualmente podemos decir que, dentro de un mismo nivel, muchas veces también hay fallos de comunicación.

Entre departamentes (e incluso entre compañeros) la comunicación a veces también está atascada. Los trabajadores a veces confunden información con poder. Parece que los que poseen información tienen mayor poder. Esto se debe también a la cultura de la organización, que olvida que compartir información entre departamentos, servicios, centros, puede mejorar la eficiencia, evitar duplicidades, aprender nuevas ideas,...

La finalidad de la información no es acumularse, sino que esos datos nos sirvan para tomar decisiones objetivas y basadas en realidades, a la vez que para conocer la situación y las necesidades de nuestra área.

Lo que se consigue al retener información es:
- fomentar canales no formales y cotilleo
- algunas decisiones se toman basándose en cálculos aproximados, no en datos reales
- algunos datos pueden ser obsoletos si no se comunican los cambios.

Y tú, ¿qué haces? ¿compartes lo que sabes o te lo guardas para destacar?


jueves, 6 de marzo de 2014

Canales obturados

Una de las quejas más habituales de los trabajadores en nuestra organización es la falta de información. El problema aparece cuando esa información es necesaria para nuestro trabajo o nos la solicita un paciente.

Un ejemplo típico: vienen pacientes a un centro de salud protestando porque les han cambiado de médico sin haberlo solicitado. Lo que ha pasado es que se ha hecho una reordenación de cupos desde la dirección que no se ha comunicado al centro. ¿No sería todo más sencillo si se comunicase al personal que va a atender después a esas personas y que supiera dar una solución o una opción a los que vengan a reclamar?

O lo mismo con una nueva consulta que empieza a funcionar en un hospital y nadie sabe dónde se va a atender cuando vienen los pacientes a preguntar. Bueno, alguien lo sabe pero seguramente nadie de aquellos a quienes van los pacientes a preguntar.

Está claro que los canales de comunicación están obturados o, mejor dicho, cortados. Las decisiones que se toman en lo más alto (o incluso en el medio del escalafón) raras veces llegan a las personas que tratan directamente con los pacientes. Habitualmente la información se da a posteriori, dando una imagen de la organización bastante desastrosa.

Sería necesario un estudio de por qué pasa esto, dónde se forman atascos o hay un corte de comunicación y por qué nos gusta tanto acumular información y no transmitirla.

martes, 11 de febrero de 2014

Y ahora...¿qué hacemos?

El papel del personal no sanitario en los centros de salud (sobre todo del personal administrativo) ha variado tanto con el tiempo que merece una reflexión. Desde sus inicios, cuando sólo se encargaba de dar número a los pacientes que venían a consulta, hasta la actualidad en que el mundo tecnológico nos ha sobrepasado.

Muchos de los trabajos realizados por este personal se ha simplificado con la irrupción de la historia clínica y la receta electrónicas.

El archivo de historias clínicas, en cuya implantación el personal administrativo tuvo que trabajar duro tanto física como intelectualmente para su organización, es cada vez menos utilizado.

La receta electrónica ha eliminado la necesidad de utilizar las cartillas de enfermos crónicos para conseguir esas recetas, con lo cual desaparece otra tarea habitual en los centros.

Hay también nuevas vías para solicitar una cita como internet o una central de llamadas (atendida por una empresa privada).

Entonces creo que hay que preguntarse, ¿hacia dónde van las funciones del personal administrativo?¿Éste debe adaptarse a esta disminución del trabajo, con la consecuente amortización de puestos, o debe reinventar sus funciones?

Siempre se ha hablado de una descarga de la burocracia de las consultas médicas en este personal, ¿qué y cómo pueden realizar tareas en ese campo?

Además, el incremento de dificultad en las funciones vino acompañado de una mayor cualificación en el personal que estará desaprovechado si esto sigue así. Una cuestión que ahora es el momento de plantearse y no, como siempre, cuando estos puestos ya estén vacíos de contenido real. Hoy podemos estar contentos por tener menos trabajo pero quizás a largo plazo esto sea perjudicial.

viernes, 10 de enero de 2014

El que espera, desespera

Hoy toca un post más profesional. Hablaré un poco de las listas de espera.
Todo el mundo piensa que las listas de espera mienten. Supongo que algo sí, pero también es porque no sabemos muy bien qué significan. Sólo voy a comentar un par de cosas al respecto.
Lo primero es que nosotros creemos que las listas de espera nos están diciendo: "si usted pide una cita, se la van a dar para dentro de x días" y, claro, no coicide nunca con lo nos tarda a nosotros. Pero leyendo bien la definición, la espera que se señala en las listas es el promedio de tiempo que llevan esperando los pacientes que están registrados hasta la fecha que se tome como fecha de corte. Algunos llevarán esperando un día, otros 100... Se hace un promedio de esos tiempos, sin tener en cuenta cuánto les faltará para que los atiendan, y ese es el dato de las listas de espera.
Lo segundo es que los datos de listas de espera se refieren sólo a consultas primeras, es decir, cuando el paciente acude por primera vez a un especialista, sin tener en cuenta las consultas sucesivas, que serían aquellas necesarias porque el especialista cree conveniente un seguimiento. 
Hay muchas ocasiones en que un paciente visita al especialista, éste le manda hacer una prueba y tiene volver en una consulta sucesiva. Esta situación no se tendría en cuenta en las listas de espera. Aunque en ocasiones, si se detecta una anomalía, se agilizan las pruebas, en otras ocasiones el proceso es lento.
Sólo son un par de apuntes a tener en cuenta cuando veamos los datos de listas de espera de consultas. Pero habría mucho más que cuestionarse en torno a este tema. Todavía no se ha encontrado otro sistema alternativo, pero a veces las acciones del sistema sanitario se enfocan demasiado a que las listas "queden bien", obviando otras cuestiones que no aparecen en los indicadores.