jueves, 6 de marzo de 2014

Canales obturados

Una de las quejas más habituales de los trabajadores en nuestra organización es la falta de información. El problema aparece cuando esa información es necesaria para nuestro trabajo o nos la solicita un paciente.

Un ejemplo típico: vienen pacientes a un centro de salud protestando porque les han cambiado de médico sin haberlo solicitado. Lo que ha pasado es que se ha hecho una reordenación de cupos desde la dirección que no se ha comunicado al centro. ¿No sería todo más sencillo si se comunicase al personal que va a atender después a esas personas y que supiera dar una solución o una opción a los que vengan a reclamar?

O lo mismo con una nueva consulta que empieza a funcionar en un hospital y nadie sabe dónde se va a atender cuando vienen los pacientes a preguntar. Bueno, alguien lo sabe pero seguramente nadie de aquellos a quienes van los pacientes a preguntar.

Está claro que los canales de comunicación están obturados o, mejor dicho, cortados. Las decisiones que se toman en lo más alto (o incluso en el medio del escalafón) raras veces llegan a las personas que tratan directamente con los pacientes. Habitualmente la información se da a posteriori, dando una imagen de la organización bastante desastrosa.

Sería necesario un estudio de por qué pasa esto, dónde se forman atascos o hay un corte de comunicación y por qué nos gusta tanto acumular información y no transmitirla.

2 comentarios:

  1. Concordo plenamente en que na nosa administración moitas veces a información ou non chega ou o fai deficitariamente, polo que a imaxe que damos os traballadores é penosa. E o usuario nos culpa da desinformación aos traballadores que estamos detrás dun mostrador ou a entrada dunha porta.

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  2. Grazas polo teu comentario!!!
    Ás veces parecen que os xefes esperan que nos enteremos polos xornais. Cómo me gustaría que pasasen aínda que fose unha mañá nun mostrador!!

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